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La promíscua Aidra Fox estaba desganada en casa sin nada que hacer y como asimismo tenía toda la semana libre sin escena porno que rodar, decidió ir a su sexshop de confianza en pos de algún juguete que le alegrase la tarde. Una vez allá, el empleado le ofreció entrar a un doble glory hole de pollas gigantes y con mucha alegría admitió. Entró en aquel pequeño habitáculo y cuando aparecieron los 2 enormes rabos por medio de 2 orificios en la pared, Aidra Fox pasó un buen rato saboreándolas, haciéndole pajas e inclusive follando hasta terminar con una corrida interna.