Añadido: 4 años hace
Mi jefe me solicitó que le llevase un café justo cuando estaba masturbándome en otra habitación, y ha de ser que el hombre tiene un don para coger a mujeres cachondas, por el hecho de que cuando le entregué el café me miró a los ojos, me sonrió y empezó a besarme mientras que poquito a poco me iba desvistiendo. Yo estaba tan cachonda que todo me dio igual, le proseguí el juego y tras unos arrumacos y un tanto de sexo oral para entrar en calor, nos fuimos a un lugar más íntimo a fin de que me follase el trasero bien fuerte y pudiese gemir a voces sin inconvenientes.