Añadido: 4 años hace
Como cada mañana, la sirvienta Isabella Lui limpiaba la casa mientras que sus jefes estaban fuera trabajando. Al entrar al despacho de su jefe, se halló a un ladrón revolviendo los cajones, la pobre mujer se quedó prácticamente en estado de shock y no pudo ni chillar para procurar llamar la atención de algún vecino. Cuando el ladrón la vio se olvidó de todo cuanto robaba y en lo único que se centró fue en petarle el trasero a la pobre sirvienta y en correrse en su cara ya antes de salir corriendo de allá.