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Aletta Ocean llevaba inquieta múltiples días, tenía una celebración organizada para sus amigos en un reservado de un esencial establecimiento. Como buena anfitriona, llegó al sitio dos horas ya antes para revisar que todo estaba bien organizado y tras repasar hasta el mínimo detalle, precisó un clímax para descargar tensiones. El primer hombre que se le cruzó en su camino fue el camarero, que de súbito y sin aguardarlo pasó de estar preparando las copas tras la barra a estar penetrando por el coño a una increíble tetuda como es Aletta Ocean.