Añadido: 4 años hace
La primera cosa que hizo la supertetona checa Katerina Hartlova solamente entrar por la puerta de su casa fue meterse en el baño, quitarse toda la ropa dejando al aire su hermoso trasero y sus enormes tetas naturales marcadas por el bronceado del sol, para darse una agradable ducha caliente. Una vez limpia y más fresca que una rosa, fue hasta la habitación donde se hallaba su novio y tras comerle la polla con suavidad y dulzura, se puso a 4 patas para percibir un buen polvete en el que sus pechos no pararon de rebotar en todos y cada penetración tal y como si tuviesen vida propia.