Añadido: 4 años hace
Mi marido y somos un matrimonio chapado a la vieja, cada mañana en el momento en que nos levantamos nos servimos un café caliente y nos pasamos la mañana sentados en el salón de casa leyendo cada uno de ellos su periódico prácticamente sin dirigirnos la palabra, mas esta mañana estaba más cachonda de lo normal y precisaba con emergencia una polla en mi, conque miré fijamente a mi esposo y se lo afirmé con la mirada, dejémonos de tanta formalidad y pongámonos a joder ahora y acá tal y como si no hubiese un mañana, chúpame las tetas y fóllame el coño realmente fuerte hasta dejármelo mojado.