Añadido: 4 años hace
De súbito se transformó en un voyeur sin aguardarlo. Estaba reposadamente pasando la noche en una disco cuando el entrar en el baño comenzó a oír a una muchacha gimiendo de placer. Al investifar un tanto se percató de que una pareja lo hacía en uno de los aseos, con lo que con mucho disimulo cogió su móvil y comenzó a grabarlos sin que se diesen cuenta de nada. En verdad el protagonista del vídeo no paró de follársela lo más intensamente que pudo a 4 patas mientras que al tiempo le metía azotes en las nalgas para dejárselas bien rojitas.