Añadido: 4 años hace
De forma repentina esta pobre negrita perdió su trabajo y como no tenía dinero para abonar el alquiler, se reunió en su casa con el casero para explicarle la situación. El casero fue muy comprensivo y estaba presto a disculparle un mes de alquiler a cambio de sexo duro. Ella admitió sin aguardar que fuera a ser tan cabrón, y es que el hombre aprovechó la situación para penetrarla realmente fuerte mientras que la sujetaba por el cuello, para meterle la polla prácticamente hasta la garganta y hasta para darle azotes en el trasero y en la cara.