Añadido: 4 años hace
Maggie Green está agotada de ver al papanatas de su hijo como un pringado todo el día en casa, sin echarse novia ni nada. De ahí que un día, la pelirroja va a por él, le toca la polla y le afirma que le comerá las tetazas. Se pone a chupárselas y después la madre le devuelve el favor comiéndole el rabo. Se la chupa bien y le explica de qué forma se la debe joder, dándole instrucciones clarísimas a fin de que la acabe penetrando veloz y duro tal como a ella le agrada. De esta forma, la muy guarra logra quitarle la virginidad y al tiempo gozar de un buen polvo con una polla joven como hace bastante tiempo que no hacía.