Añadido: 4 años hace
Lilly Bell ha tenido uno de esos días agotadores en el restorán de comida veloz donde trabaja. Lo único que desea es llegar a casa y darse una ducha para quitarse el fragancia a hamburguesa de mierda. Mas en la ducha se pone caliente y se empieza a masturbar justo cuando el hermano entra y la ve con esa cara de puta que tiene. El tío le afirma que si desea puede darle una buena ración de polla que mejore su día, y se arrodilla y se pone a chupársela. Entonces se da la vuelta, pone su culazo delante de él y le invita a que se la folle bien duro. Ya antes de correrse cambian a misionero a fin de que de esta forma el hermano pueda ver el coño piloso que tiene la guarra mientras que se toca el clítoris.