Añadido: 4 años hace
Vienna Rose llevaba unos días encontrándose mal del estómago, con lo que decidió ir al médico para hacerse un chequeo, como resulta lógico su cara en la consulta era un poema y es que a realmente pocas personas les agradan los centros de salud y los médicos. Mas su cara triste cambió a sorprendida cuando su médico se puso un tanto de lubrificante en los dedos y empezó a masturbar se trasero, mas la cosa no quedó ahí, aprovechando que la joven ni se alteraba y parecía gozar, el doctor sacó de bajo los pantalones su enorme polla y le obsequió a la joven su primer anal, un anal imborrable que hasta le curó inmediatamente sus inconvenientes digestibles.