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Que una teen como esta colegiala llame a tu puerta un día en el que estás sin hacer nada y cuando tu mujer trabaja es como que te ocurra el mayor milagro de la vida. Mas aún es más prodigioso si la teen lo que busca es la polla del viejo, y buena demostración de ello es la manera en la que se masturba y se frota en su sofá hasta el momento en que el hombre la coge. La guarra no tarda mucho en lograr lo que quiere: probar esa polla madura y ver si el hombre se la puede joder tan fuerte como afirman que follan los cincuentones. Cuando la levanta en volandas para ensartarle su polla hasta el fondo sus gemidos son claros de estar corriéndose como una perra.