Añadido: 4 años hace
A esta zorrita la tienen muy mimada en su familia y está habituada a que le den todo cuanto desee. Tan mimada está que cuando el chofer la lleva a su nueva casa la tía no puede hacer otra cosa que acabar con la polla del hombre, un occidental bien dotado, metida hasta el fondo de su garganta. De la boca el rabo le pasa al coño y la puta, con su uniforme de colegiala ya absolutamente descompuesto, recibe pollazos muy fuertemente a fin de que aprenda con velocidad de qué forma es joder con un occidental. A 4 patas y con la falda subida la guarra no para de vocear mientras que el chofer se la folla fuerte.