Añadido: 4 años hace
Si supiésemos que tendremos una pupila como Amber Addis todos nos sacaríamos el título de maestro. Pues cuando la zorrita ve que tiene el suspenso asegurado, no duda en ir a casa de su maestro para procurar persuadirle de porqué debería aprobarla. Lo hace como mejor sabe: arrodillándose y metiéndose la polla del maestro en la boca para chupetearla a fondo. Entonces el hombre se viene arriba y la folla de forma bestial sobre la mesa, aprovechando que lleva un buen tiempo sin probar un coño tan joven como el suyo. La zorrita queja buenos chillidos de placer sabiendo que de este modo va a poder aprobar el curso.