Añadido: 4 años hace
Pocas madres son tan putas como Chanel Preston, que mientras que habla con su hijo y también procurando persuadirle a fin de que se anime por más que los exámenes no le hayan ido bien, piensa al tiempo en que le agradaría follárselo. Cuando el muchacho se queda dormido la madre se quita la ropa que tiene bajo el delantal y se queda sola con esa prenda, a sabiendas de que algo le pasará seguro. Lo que le pasa es bueno, pues la guarra consigue que su hijo se la folle y que encima que lo haga brutalmente atravesándola sobre la mesa.