Añadido: 4 años hace
La tímida y también inocente rusa Abelinda había llegado al sitio donde quedó, teóricamente para hacer una sesión de fotografías desnuda, mas entonces al llegar se percató de que todo estaba dispuesto para un casting porno, y si bien le daba mucha vergüenza joder con un ignoto delante de una cámara, estaba presta a hacerlo por la buena suma de dinero que le iban a dar. Lo que no se aguardaba la pobre chica, es que ese día fuera a recordarlo por siempre por haber sido el día que perdió la virginidad de su pequeño trasero.