Añadido: 4 años hace
Con toda la calma del planeta, este hombre entró en una cafetería a desayunar, cuando al levantar la cabeza vio como una increíble morena entraba vestida como una genuina loba y tras adquirir algo de comer, se sentó a su lado y empezó a hacerle ojos y a ponerle cara de deseo. Si bien procuraba disimular y hacer como que no lo veía, la carne es enclenque y cuando la joven le enseñó el coño bajo la mesa, no vaciló en ir con ella al baño de la cafetería para allá meterle una salvaje follada sobre el inodoro que hizo resonar hasta los cimientos.