Añadido: 4 años hace
Encerrada en un elevador atestado de gente, esta chica sintió como las manos de un ignoto tocaban sus nalgas. La tía, en lugar de incomodarse, le gusto lo que el morboso tipo le hacía, con lo que se quedó quietecita como una puta mientras que sentía las manos del cerdo tocarle las nalgas. La muchacha estaba con su novio en el elevador y, a fin de que su novio no se diese cuenta, la perra lo abrazo, haciendo sentir a su novio amado, mientras que se dejaba meter la mano bajo la falta por otro hombre ¡es una zorra esta mujer!