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Los dos son amantes de la naturaleza, de ahí que cuando el tiempo lo deja del mismo modo que sus obligaciones cada día, salen de casa a buscar rincones vírgenes caminando a lo largo de horas por medio de bosques y descampados. Esta vez, la pareja tuvo la enorme suerte de encontrarse una fantástica playa tras estar horas andando y para reposar un rato y estrenar el nuevo rincón de la mejor forma no se les ocurrió una mejor idea que hacerlo follando a 4 patas en la arena hasta el momento en que acabó con su trasero gordito lleno de leche.