Añadido: 4 años hace
En general cualquier mujer entraría en cólera y pavor si notara a su adiestrador de yoga <strong>clavándole la polla a traición</strong> por detrás, mas esta es una puta muy viciosa. La guarra llevaba rato procurando poner caliente y logra precisamente lo que deseaba, que se la folle sin parar. Se encarga de dejarle el coño al aire a 4 patas y se la mete bien hasta el fondo, comenzando a bombear sin parar y reventándola de una manera muy bestia mientras que la escucha gemir. Entonces cambian de situación y prosiguen follando pues la tía ya desea rabo a lo largo de considerablemente más tiempo hasta el momento en que el adiestrador no pueda soportar la corrida.