Añadido: 4 años hace
La sala de juntas es uno de esos lugares que más detestamos de la oficina, mas si un día podemos echar un <strong>polvo casero con una compañera de trabajo</strong> las cosas cambian. Desde ese instante vamos a ver esa habitación de otro modo diferente, por el hecho de que como este tío nos imaginaremos a la compañera subida en la mesa a 4 patas con el culo bien firme aguardando que la penetremos. La zorrita no enseña la cara, mas solo hay que escucharla para saber que está muy cachonda y que no desea que le deje de meter la polla a lo largo de un buen rato.