Añadido: 4 años hace
Todavía ha día de el día de hoy este viejo agraciado no se explica como pudo terminar zumbándose a semejante bombón. La cuestión es que estaba tomando un café en la terraza de una cafetería, cuando de pronto una chavala guapa y con gran atrevo se sentó a su lado y comenzó a conversar con él tal y como si se conociesen de siempre, poquito a poco fueron intimando hasta el momento en que el viejo se atrevió a invitarla a casa, admitió sin la más menor duda, dando a comprender que le agrada tener relaciones con hombres mayores que , por el hecho de que cuando se quedaron en la amedrentad follaron hasta la saciedad.