Añadido: 4 años hace
Desde el momento en que la mozuela Aften Opal ha descubierto el alucinante planeta de los juegos se ha olvidado de todo lo demás. Ya no queda con las amigas, apenas sale a la calle y prácticamente ni se preocupa por tener sexo con su novio, su única pasión es pasarse horas y horas jugando a la consola. Mas su novio, que es listísimo, ha sabido sacar provecho a la nueva vida de su novia, de ahí que mientras que juega a la máquina y se abstrae de todo cuanto pasa a su alrededor, aprovecha para tocarle las tetas y el coño, meterle la polla en la boca e inclusive penetrarla sin que ponga una sola protesta.