Añadido: 4 años hace
Valentina Nappi estuvo buscando un gimnasio agradable y, sobre todo, baratísimo para poder ejercitar su cuerpo lleno de curvas y también procurar sostenerlo todo el tiempo que resulte posible. A su llegada se percató de que era la única mujer que había allá, mas eso no achico para nada a Valentina Nappi, que de forma rápida se puso a hacer sus ejercicios hasta el momento en que se percató de que todos y cada uno de los hombres estaban a su alrededor y que era el centro de atención. De súbito y prácticamente sin percatarse estaba comiéndole la polla a un gripo de negros y haciendo pajas con sus tetazas.