Añadido: 4 años hace
Llevaba tanto tiempo sin sexo que ya no recordaba lo que era tener relaciones íntimas con un chavala, y entre eso y que mi compañera de piso es un bomboncito exquisito, me paso todo el día con la polla dura deseando follármela. Una mañana, al pasar por delante de su habitación la vi durmiendo en tanguita y no pude soportarme más, entre con mucho cuidado para no despertarla y comencé a meterle mano, lo que provocó que se levantara disgustada y me echase de la habitación, mas tras unos segundos reflexionó y me obsequió uno de las mejores folladas.