Añadido: 4 años hace
Estaba un tanto fatigada de su desganada vida sexual con su marido, con lo que aprovechó que iba a estar todo el día sola en casa para ser infiel con un ignoto. Llamó a un fontanero cualquiera y lo recibió en la puerta de casa con su mejor conjunto de ropa interior, entonces le comió la polla en el suelo de la cocina y por último se subió a la encimera para tener con él sexo vaginal de forma cómoda.