Añadido: 4 años hace
Esta señora lleva casada con su marido más de treinta años y jamás ya antes le había puesto los cuernos hasta este día, que dejó pasar a un comercial de aspiradoras, y tras un buen rato charlando con él sobre su sofá del salón, cuando se quiso dar cuenta tenía el coño húmedo de la tremenda excitanción que le provocó la labia del comercial. Al final se olvidó de su marido y de todo lo demás, y al ver que el vendedor de aspiradoras estaba igualmente receptivo que , le comió la polla, se dejó comer el coño y follaron a 4 patas sobre el sofá en un polvete veloz y muy caliente.