Añadido: 4 años hace
Se ve que mi hijastro llegó del trabajo más cachondo de lo normal, pues de súbito y sin aguardármelo para nada comenzó a meterme mano en la cocina de forma atrevida. Yo deseo mucho a su padre y no estaba presta a ponerle los cuernos, con lo que procuré en todo instante quitármelo de encima. Mas como se acostumbra a decir, la carne es enclenque y tras tocarme los pechos múltiples veces y de besarme en el cuello terminé rendida a sus pies recibiendo una apasionada follada sobre mi cama que dejó mi coño bien abierto y absolutamente mojado.