Añadido: 4 años hace
Era la primera navidad que pasamos mi novia y yo desde que salimos juntos y me invitó a comer en su casa con sus progenitores. Lo cierto es que fui muy abochornado mas pronto me percaté de que mi nueva suegra es una cachonda. Cuando acabamos de comer la asistí a llevar los platos a la cocina y allá me obsequió el polvazo más intenso y más excitante que he tenido en mi vida. Mas ha de ser que la mujer se quedó con ganas de más, pues a mitad de la noche se metió en mi cama y se puso a cabalgar a lo orate sobre mi polla mientras que sus enormes tetas botaban sin parar.